martes, 4 de septiembre de 2007

Aquel día...por unas horas, sólo por unas horas, se perdió el rumbo. De tanta duda se transformó en decadente, perdida. Su mirada extraviada, su cuerpo intoxicado de amargura aún destellaba encanto, pero ella no lo sabía, no estaba consciente. Pudo haber sido rescatada, pero no. Cruzó el umbral de la dignidad para amanecer sin tiempo ni espacio, pero con la certeza de saber que ese no era su camino...el suyo la esperaba en casa.

No hay comentarios: